Y falta hablar del Señor J o Señor Amarillo. El Señor J es amarillo porque es un solete, también porque al igual que el sol nos ilumina a todos con su alegría. Es especial porque todo lo que toca se convierte en vida. Es singunlar porque sólo hay un sol y sólo hay un señor J. Es elegante porque brilla con cualquier color. Es intenso porque su luz lo llena todo y cuando no está es como si cayera la noche y, cuando cae, está tranquilo y relajado con esa sofisticación nocturna alumbrando entonces a la luna. Y como el sol, el Señor J es una estrella que no para de lucir porque es única y es la más grande.
1 comentario:
El señor J da las gracias por esa mirada y espera que pueda alumbrar por mucho tiempo el corazon de la dama que escribio ese texto.
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